Considerando que el Reino de Dios no es un lugar utópico sino un
gobierno verdadero sobre toda la creación, podemos reconocer en él las
características que son propias de cualquier otro tipo de gobierno que
conozcamos. En el Reino de Dios el Señor Jesucristo tiene toda autoridad sobre
el cielo y sobre la tierra, sobre lo visible y sobre lo invisible, sean ángeles
de luz o potestades de las tinieblas, todo está bajo su soberanía, pero aquí en
la tierra solo la Iglesia lo reconoce y le obedece, eso la hace la
representante del Reino de Dios en la tierra. Para quienes ya pertenecemos a la
iglesia es conveniente aclarar algunos conceptos y a continuación veremos
algunas características propias de nuestro gobierno.
LEGITIMIDAD DEL GOBIERNO
Dios tiene el derecho a gobernar sobre el universo porque es el
creador de todas las cosas todo lo que existe fue creado por él tanto del
universo visible como del universo invisible, por lo tanto siendo el creador
supremo debe ser el gobernante supremo sobre su propia creación, es decir el
reino de Dios ha existido desde la creación (Gn 1.1). El está en su derecho al
entregar el reino a quien él quiera y ha decidido entregarle el gobierno a su
hijo Jesucristo entronizándolo y dándole un nombre que está sobre todo nombre y
poniendo en sus manos toda autoridad (Ef 1:21-23). Por su parte Jesucristo es
legítimamente el Señor porque también es creador (Col 1:16), y es el hijo
primogénito que puede heredar los bienes de su padre. Además Jesucristo
adquiere el derecho a gobernar la Iglesia porque la compró pagando el precio
con su sacrificio en la cruz y por designación de su padre, es cabeza de la
Iglesia de la cual somos parte.
NATURALEZA DEL GOBIERNO
El reino de Dios es espiritual y sólo el hombre nuevo nacido del
agua y del espíritu puede entrar, todo lo que procede de la carne no puede
entrar porque la naturaleza carnal está en contra del espíritu y en oposición
al gobierno de Dios, como ya hemos dicho la única alternativa para la carne es
morir porque no puede entrar. En el gobierno de Dios el hombre nuevo es guiado
por el Espíritu Santo quien revela la voluntad de Dios a través de las
escrituras, la palabra revelada a cada uno y la Iglesia. Otro aspecto
importante a mencionar es que todo aquel que ha entrado al Reino de Dios recibe
la identidad de Hijo de Dios, es decir es el gobierno de un padre sobre sus propios
hijos.
UBICACIÓN DEL GOBIERNO.
El gobierno de Dios se extiende sobre los cielos y la tierra, pero
muchas personas piensan que el reino de Dios está sólo en los cielos y que para
entrar al reino de los cielos debemos morir y de esa forma acceder a él, ésta
confusión se debe en parte a la referencia que hace el evangelio de Mateo al
referirse varias veces al reino de los cielos. Para aclarar este punto podemos
citar la proclamación del reino de Dios registrada por dos evangelios
diferentes. En el evangelio de Mateo 3:2 Jesucristo dice: “arrepiéntanse porque
el reino de los cielos se ha acercado”, en el evangelio de Marcos 1:15, la
misma proclamación aparece como:”… el reino de dios se ha acercado”, esto
indica que ambos términos: reino de Dios y reino de los cielos son equivalentes
y corresponde al gobierno de Dios. Estas dos formas de referirse al Reino de
Dios las podemos explicar de la siguiente manera, muchas veces escuchamos que
en diferentes informaciones se refieren al gobierno de Chile como “el gobierno
de la moneda” haciendo referencia al palacio de gobierno que está en la capital
de la nación, donde reside el presidente o jefe de estado, “el gobierno de la
casa blanca” en el caso de Estados Unidos o “el gobierno de la casa rosada” en
el caso de Argentina. Cuando decimos el reino de los cielos nos referimos al
palacio de gobierno que está en la capital, la ciudad Santa la nueva Jerusalén,
así cuando nuestros cuerpos mueren nosotros nos vamos a la capital, o a la casa
de gobierno, no entramos al reino de Dios al momento de nuestra muerte, sino al nacer de
nuevo.
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