La consecuencia
inmediata de la soberanía del Señor Jesucristo es que toda nuestra vida empieza
a girar en torno a la voluntad de él. Porque todo lo que pasa, las
circunstancias de la vida, los sucesos inesperados ya no son eventos al azar,
productos del “karma” o “el destino” sino que todo está en manos del Señor.
Estando en el Reino de Dios la vida empieza a tener propósito, porque el Señor
tiene uno claro y definido para nuestra vida y utiliza los sucesos cotidianos
como una especie de “centro de práctica” en donde podamos aplicar las
enseñanzas.
Reconociendo la soberanía del Señor en todos los acontecimientos de nuestra vida ya nada escapa de su control porque estamos en su mano y el tiene cuidado de nosotros (1 Pe 5:7), todo pasa porque él lo permite, incluso Satanás debe pedir permiso a Dios para hacer algo con nosotros así como lo hizo para probar a Job, que era un siervo de Dios (Job 1:12), por lo tanto la pregunta que debemos hacerle no es ¿Por qué me pasa esto a mí, Señor? Sino más bien ¿Cuál es tu propósito con esto, Señor?. Cuando hemos entendido el propósito del Señor, aún los acontecimientos más difíciles no nos causan desesperación porque sabemos que Dios no los permite para destruirnos sino para formarnos, enseñarnos en algunos casos a confiar en él, en otros a depender de él, o simplemente a obedecer.
FUNDAMENTO DE FE
En la carta a los Romanos 8:28 el apóstol Pablo nos plantea un fundamento para nuestra fe: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” La afirmación del apóstol no se refiere solamente a todas las cosas que nosotros acostumbramos a considerar “buenas” y que nos ayudan, sino a la totalidad de las cosas que nos suceden, él no clasifica los acontecimientos como algunos buenos y otros malos porque el conjunto de las cosas que pasan estando bajo el Señorío de Jesucristo nos ayudan a bien, aquí la clave es entender que esto se cumple para aquellos que aman a Dios, los que están bajo su soberanía. Estando fuera de éste entorno protegido, o lejos de él las cosas que pasan se clasifican en “buenas”, las que nos producen alegría, confianza y satisfacción, y las cosas “malas” que nos causan pena, incertidumbre, temor, y sin Cristo lo “malo” de la vida nos puede destruir, pero gracias al Señor para quienes le amamos “todas las cosas nos ayudan a bien”. Esto no significa que la vida en Cristo es sólo un sinnúmero de cosas buenas, puede haber momentos de sufrimiento, pero todos con propósito, ninguno sin control, porque el Señor no permitirá nada para destruirnos sino al contrario para edificarnos.
PARA OBEDIENCIA
Con ese fundamento de fe, que nos llega por revelación de la palabra de Dios, podemos obedecer lo que el mismo Apóstol nos da como mandato en 1 Tes 5:18: “Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. En este pasaje el Apóstol tampoco hace una clasificación entre cosas “buenas” y “malas” porque esa es una división que nosotros hacemos desde nuestra perspectiva limitada, sin embargo TODO está en manos del Señor y desde ese punto de vista y “creyendo que todo nos ayuda a bien” podemos “dar gracias por todo”.
Al dar gracias a Dios por todo implícitamente
estamos reconociendo que todo se lo debemos a él y que su soberanía lo abarca
todo. Por ejemplo si damos gracias por el sueldo que recibimos reconocemos que
es él quien nos permite tener trabajo y recibir ese sueldo, y si estamos
sin trabajo, damos gracias por el sustento porque sin tener un sueldo el Señor
nos va a sustentar.
Alguien podría pensar que esto es sólo una
estrategia de pensamiento positivo, sin embargo el pensamiento positivo solo ve
las cosas buenas de la vida o mira el lado bueno de las cosas y puede
fundamentarse en una forma de pensar optimista, sin embargo nosotros tomamos
como base la fe en lo que Dios nos dice y aunque al principio no lo
entendamos tenemos la certeza y la firme
convicción de que en las etapas más difíciles y aparentemente negativas de
nuestra vida él estará con nosotros y estando en sus manos todo nos ayudará a
bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario