viernes, 14 de septiembre de 2018

El Señorío de Cristo


El término Señor, que encontramos en el nuevo testamento, tiene un significado muy distinto al que nosotros le damos actualmente, en esa época se usaba para referirse a quienes eran dueños de esclavos o siervos  y podían decidir sobre la vida o la muerte de ellos, un ejemplo lo podemos ver en la parábola de los dos deudores, en Mateo 18:25, ésta se trata de un Rey que le pide cuentas a su siervo por una deuda, el relato dice:  A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.  este Rey era “Señor” porque podía hacer lo que quisiera
con ese siervo, lo podía vender como esclavo, y podía vender, además, a su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, por lo tanto el término Señor es usado para referirse a quien es dueño de una persona y tiene autoridad sobre ella y todos sus bienes o posesiones.

Para establecer el significado y alcance del Señorío de Cristo examinaremos la carta escrita por el apóstol Pablo a  los Filipenses en el capítulo 2, aquí nos hace un resumen de la humillación que asumió Cristo al venir a la tierra y posteriormente morir en la cruz, para luego ser exaltado, versículos 9-11
 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Podríamos citar varios nombres dados a las autoridades: presidente, mandatario, rey, soberano etc. y en el ámbito militar: comandante, general en jefe, emperador, pero sobre todos esos títulos que corresponden a una determinada autoridad, Dios le dio a Jesucristo un nombre que está sobre todos ellos, por lo tanto es la máxima distinción de autoridad que puede existir y esa distinción es: SEÑOR, también debemos resaltar que la confesión sobre Jesucristo es que es EL Señor, es decir no es un Señor sino el único.

En nuestra concepción natural y carnal el respeto a la autoridad ha sido completamente anulado o disminuido, para respetar a la autoridad es necesario que ésta esté presente e imponga su dominio, por este motivo la mayoría de los gobiernos usan el poder de las fuerzas de orden y seguridad para intimidar o incluso llevar a la cárcel a quienes no respeten la ley.

Que el nombre de Cristo esté por sobre todo nombre es de tal magnitud de autoridad,  que ni siquiera es necesaria su presencia física para que sea respetado. Dios tiene un propósito para entregar tan elevada distinción a su propio hijo: Para que ante ese nombre, se doble toda rodilla,  de los ángeles del cielo, las personas que viven en ésta tierra e incluso todos los muertos que están bajo tierra y todos los seres vivientes visibles o invisibles y reconozcan que Jesucristo es el Señor. Este es un  fundamento de fe, si lo creemos no es necesario que el Señor nos intimide o tenga que usar su poder para someternos y ponernos a sus pies, somos nosotros los que creyendo la verdad le obedecemos.

En Efesios 1:22 dice que Jesucristo ni siquiera tuvo que someter todas las cosas a sus pies, sino que fue Dios quien lo hizo. El padre le dio el título de Señor y además sometió todas las cosas creadas, sean principados potestades o dominios ante la autoridad de ese nombre. Varios episodios en el nuevo testamento nos muestran que los demonios se someten ante el nombre del Señor, por ejemplo, cuando volvieron los setenta discípulos que  Jesús  envió a predicar el Reino de Dios, ellos estaban gozosos y dijeron: “Señor aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Lc 10:17), los discípulos invocaban la autoridad del nombre del Señor y los demonios obedecían. Como la autoridad está en el nombre dado a Jesucristo, incluso personajes que no le seguían y no eran discípulos directos de él, podían echar fuera demonios invocándolo (Mc 9:38-39). Esto prueba que el universo creado está a los pies del Señor Jesucristo, y que las tinieblas lo saben.       


EL SEÑORÍO O SOBERANÍA  DE CRISTO Y EL REINO DE DIOS.


La soberanía de Cristo es indiscutible, los cielos y la tierra están bajo su autoridad, sin embargo la pregunta que surge es la siguiente: si los demonios están bajo la autoridad de Cristo ¿quiere decir que ellos están en el Reino de Dios? para responder debemos recordar que Jesucristo le dijo a Nicodemo:  para entrar al reino de Dios es necesario nacer del agua y del espíritu” , es decir pasar primero por la puerta del arrepentimiento y rendir la vida ante él, reconociéndolo como el Señor. Los demonios, sabiendo del Señorío de Cristo, no se postran ni humillan delante él por lo tanto, estando bajo su soberanía no entran en su Reino.

Muchas personas creen que Jesucristo es el Señor solamente de la Iglesia y que los únicos que le deben obediencia son los que han creído en él, sin embargo la verdad es que todos, creyentes y no creyentes, le debemos obediencia al Señor, por ese motivo quienes no le han reconocido están en pecado, porque siendo Jesucristo el Señor no le obedecen y hace cada uno su propia voluntad.  Nosotros los que creemos en él, hemos reconocido su soberanía y por gracia se nos ha perdonado el gran pecado de haber vivido bajo la soberanía del Señor y no haberlo obedecido, ignorando y desechando sus mandatos. 
  








Actividades:


Complete la tabla que se muestra a continuación respondiendo sí o no en cada casillero y determine quienes están en el Reino de Dios. Recuerde que para estar en el reino de Dios la respuesta es “si” en la segunda y tercera columna. 



¿está bajo el Señorío de Cristo?
¿lo reconoce(n) como Señor, se humilla(n) delante de él y le obedece(n)?
¿Está en el Reino  de Dios?
Satanás



Los demonios



 ateos



inconversos



Judíos



Religiosos



Convertidos



YO






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