miércoles, 22 de mayo de 2019

El propósito eterno de Dios



Por muchos años se ha pensado que el propósito de Dios con el hombre es  salvarlo del pecado, la muerte y llevarlo al cielo. Pero a la luz de las escrituras este parece ser un propósito solamente transitorio porque él tiene propósitos de mayor alcance que es necesario revisar para entender su intención y propósito Eterno.

Desde el principio Dios ha querido tener una familia de hijos obediente, no de criaturas dependientes como lo podrían ser las mascotas,  el quiso que cada uno de nosotros tuviera su naturaleza heredada, tal como un hijo legitimo la hereda de sus padres.

Es por eso que Dios nos perdona, porque sigue teniendo el propósito no solo de que seamos salvos sino que seamos hechos sus hijos. El mismo Dios y padre en un segundo acto creador, crea un hombre nuevo a la imagen de Cristo,  pero ahora no crea al hombre nuevo desde el barro sino del espíritu y lo pone en nosotros.

PROPOSITO DE DIOS

En Romanos 8:29 El apóstol Pablo nos explica claramente que Dios no está improvisando con la historia de la humanidad ni tampoco con nuestra vida: 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Ninguno de nosotros es producto de la casualidad sin propósito, fuimos predestinados desde el principio. En Dios siempre hubo una intensión, un propósito al cual todas las cosas debían llegar.

Del texto podemos hacer algunas conclusiones:
1.   No nos hacemos a nosotros mismos, no llegamos a tener la imagen de Jesucristo por nuestro propio esfuerzo, dedicación o determinación, sino que el mismo “nos hace”, él es quien crea en nosotros esa imagen.
2.   El modelo es que él tiene para formarnos es algo especifico, no nos hace personas con mejores sentimientos, o más espirituales, su modelo en el proceso de “nueva creación” es la imagen de Jesucristo.
3.   La intensión de Dios no es de hacer una nueva creación en algunos “merecedores” de tal propósito, el se extiende y quiere tener un gran cantidad de hijos.
4.   Si Dios desea tener muchos hijos, entonces quiere crear UNA FAMILIA de muchos hermanos.


Podemos resumir estos conceptos en el siguiente cuadro:
¿Que quiere formar?
¿Quien nos hace hijos?
¿A la imagen de quien (calidad)?
¿Cuantos hijos quiere tener (cantidad)?
Una familia de hermanos
El Padre
De Jesucristo
Muchos hijos

En efesios cap 1 se nos revelan otros dos detalles del propósito eterno de Dios:
Ef 1:4 “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,”

El nos escogió para que fuésemos hijos de la calidad que él quiere poner en nosotros y esta es la santidad, apartados de todo pecado, libres de la desobediencia y de las ataduras que estas nos acarrean. El mismo nos lo pide: “…sed santos, porque yo soy santo” (1Pe 1:16). La santidad también se la debemos al Señor Jesucristo “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,” (Ef 1:7)

El último aspecto del propósito eterno de Dios lo podemos encontrar en Juan 17:21 “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” Dios quiere una familia de muchos hijos semejantes a Cristo que vivan en la unidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y que todos lleguemos a la perfecta unidad de la familia de Dios 

Cuando conocemos los propósitos de Dios para nuestras vidas nos hace reflexionar si esos propósitos son también los nuestros, muchas veces nuestras vidas pueden estar concentradas en nuestros propósitos temporales y circunstanciales, estudiar, formar familias, tener trabajo etc. pero ¿en qué punto coinciden con los propósitos eternos de Dios? Es de gran bendición tener un propósito claro para tu vida, y de mayor bendición trabajar por el propósito eterno que Dios tiene.

El trabajo por el propósito eterno de Dios no solo implica la evangelización y la extensión del reino de Dios sino también implica el desarrollo en nosotros del carácter de Cristo, el trabajo incansable por la unidad y la reconciliación de la familia, el cuidado de los más pequeños en el Señor, todos ellos son aspectos de una nueva vida familiar en Cristo.


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